Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar todas las cookies”. Para más información puedes visitar nuestra Política de Cookies.
  • Facebook
  • Twitter
  • Instagram

2007

El Acto de entrega se celebró bajo la presidencia de S.M. el Rey el 19 de noviembre de 2007

 

José Esteban Chozas, por su valiosa e infatigable labor como Concejal del Ayuntamiento de Toledo, la coherencia de su trayectoria política y su compromiso con el patrimonio histórico.

 

Comunidad Mozárabe de Toledo, por recuperar y mantener hasta nuestros días el rito y las tradiciones mozárabes, que se han conservado exclusivamente en la ciudad de Toledo de forma ininterrumpida desde la dominación islámica.

 

Ventura del Álamo, por su compromiso con la revitalización del casco histórico de Toledo, a través de establecimientos  en los que aúna acertadamente el carácter comercial y de ocio con la recuperación de edificios de carácter histórico cuidadosamente rehabilitados.

 

Obra Social y Cultural de Caja Castilla La Mancha, por su contribución a la mejora de la calidad de vida y el bienestar social de los toledanos, desarrollando un amplio programa de carácter cultural, educativo y  social.

 

Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, por su trayectoria en el campo de la tutela patrimonial, combinando rigurosamente teoría y práctica, tradición e innovación en el tratamiento del patrimonio cultural.

 

Fundación Jerusalem, por contribuir a promover y mejorar una sociedad libre y plural, a través de la educación, la cultura y la coexistencia, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos y de la ciudad de Jerusalén.

 

José María Barreda, Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.  Premio Especial, Medalla de Oro,  por su trascendente y ejemplar decisión de paralizar la urbanización de la Vega Baja, conservando así el excepcional yacimiento arqueológico y el paisaje histórico y natural de este singular espacio,  parte indisoluble del patrimonio de la ciudad de Toledo.