La redacción estuvo a cargo de la paisajista Susana Canogar, dirigiendo además un gran equipo de especialistas que constituyó a tal fin. 

Protegida la ciudad dentro de murallas por el que ha resultado ser un excelente y eficaz Plan Especial, el punto de atención ha de ser el paisaje de su entorno, el río, las vegas, los cigarrales, ese paisaje que hace de Toledo una ciudad única en la que todavía podemos evitar en parte las mediocres periferias que uniformizan y banalizan las ciudades de este país. 

Las medidas más inmediatas que hay que tomar se refieren a la Vega Baja. La toma de decisiones tanto desde el punto de vista patrimonial como de su potencial urbano, deberá estar basada en el conocimiento previo y exhaustivo de la zona; por eso hemos comenzado a estudiar en profundidad este lugar. Mientras no se conozca al máximo la Vega Baja cualquier decisión que se tome sobre este territorio estará expuesta al máximo nivel de riesgo y condicionará de forma irreversible su protección y conservación como espacio de valor patrimonial. Nuestro objetivo es poner a disposición de los organismos competentes una documentación lo más completa posible sobre determinados aspectos de este espacio, que ayude a ordenar y planificar su futuro con la máxima calidad urbana y paisajística, digna del valor patrimonial de Toledo.

El primer paso es delimitar el espacio que conforma la unidad Vega Baja, en la actualidad difícilmente reconocible por fraccionada y alterada. La caracterización del paisaje y de los elementos naturales que la conforman permitirá definir el conjunto resultante.

Y éste es el objetivo del estudio, la identificación de estos valores en un territorio que ofrece un gran potencial para la ciudad como lugar de encuentro de la urbe amurallada con los barrios nuevos y con su río, como espacio abierto donde puedan convivir los restos arqueológicos con otros usos que sin implicar deterioro del paisaje contribuyan activamente a la vida de la ciudad, mejorando la calidad ambiental y la oferta de funciones.

El estudio plasma los principales recursos de la Vega Baja en documentación gráfica, un punto de partida para futuros trabajos sobre las unidades de paisaje del término municipal de Toledo y en particular para la redacción del indispensable Plan Especial que debe ordenar y planificar este espacio.

Las conclusiones preliminares de este estudio resaltan la consideración de la Vega Baja como una gran oportunidad para la ciudad, con una situación periurbana altamente valorada en el urbanismo actual, con un gran valor paisajístico, con paisaje de vega y fluvial, con riqueza arqueológica y monumental, como zona abierta frente a la masificación limítrofe, con gran potencial para el esparcimiento ciudadano y como conexión de la ciudad con el río Tajo.

Año 2018.