La Fundación ha colaborado en estas jornadas comunitarias sobre el futuro de Vega Baja, organizadas por Isabel Ralero con la colaboración de numerosos colectivos ciudadanos. Se tuvo la oportunidad de escuchar por primera vez no sólo a los técnicos y expertos en conocimientos especializados, sino también a los colectivos vecinales y movimientos ciudadanos, asociaciones educativas y culturales. En la primera mesa y con las intervenciones de Gregorio Marañón y Jesús Carrobles, la Fundación expresó una vez más su postura, criterios, denuncias y propuestas sobre la situación de este espacio y su incierto futuro, resumidas en los siguientes puntos:

• Establecer una figura legal de protección que unifique y complete las diferentes declaraciones como Bien de Interés Cultural que se superponen en la actualidad sin llegar a proteger el conjunto de valores patrimoniales de la zona.
• Elaborar el Plan Especial de Protección que requiere la declaración de BIC, en el que se incluyan todas aquellas propuestas que aseguren la correcta ordenación y gestión del espacio.
• Dejar en suspenso cualquier decisión irreversible para el futuro de la Vega Baja y el resto de espacios relacionados, hasta la aprobación del planeamiento que se requiere.
• Recuperar la información arqueológica procedente de las diferentes actuaciones realizadas, sin la cual es imposible restituir y valorar científicamente la evolución histórica del lugar, y asegurar que los esfuerzos realizados hace tantos años tengan una función social y puedan ser conocidos y disfrutados por todos.

La Fundación finalmente reiteró el ofrecimiento de ponerse a disposición de las administraciones públicas para contribuir al desarrollo de las oportunidades de este espacio, tan valioso desde el punto de vista patrimonial y estratégico para el futuro de Toledo. 

También la Fundación colaboró en la redacción de las conclusiones, trabajo que realizó José Ramón González de la Cal, que se publicaron en formato digital con una amplia difusión.