El 25 de mayo se presentó este estudio, realizado a lo largo de tres años por la Fundación, y publicado por la editorial Archaeopress, perteneciente a la universidad de Oxford, en la prestigiosa serie British Arqueological Report, conocida como BAR.
El volumen aborda de forma sintética los diferentes paisajes culturales que se han ido generando en el espacio cigarralero con un doble objetivo, por un lado recoger el análisis de estos paisajes y, por otro, mostrar los nuevos enfoques metodológicos de la arqueología en relación al análisis de la arqueología del paisaje.
A comienzos de los años 80 del pasado siglo se produjo un profundo cambio en los intereses de la investigación arqueológica, tomando auge nuevas maneras de aproximarse al pasado utilizando técnicas y sobre todo unidades de estudio muy diferentes de las tenidas en cuenta hasta entonces, que se reducían a las piezas de interés artístico que llenaban nuestros museos o, a lo sumo, a los yacimientos considerados al margen de su entorno. Afortunadamente, la disciplina arqueológica ha superado el estudio de estas realidades tan reducidas para empezar a utilizar nuevos marcos basados en el análisis de los territorios en los que se encuentran la cultura material y los yacimientos que tanto nos interesaban. En ellos, debido a la acción del hombre, se desarrollaron unos paisajes culturales que se han convertido en los nuevos centros de interés.
En la ciudad de Toledo, siguiendo nuestro primer objetivo que era el análisis y documentación de la evolución de los paisajes que han llegado hasta comienzos del siglo XXI, la Real Fundación de Toledo planteó un ambicioso proyecto de investigación que buscaba conocer la evolución de los paisajes culturales de la ciudad empezando por el de los cigarrales, que es uno de los más amenazados en la actualidad.
Este libro resume las actuaciones arqueológicas llevadas a cabo dentro del marco de este proyecto, que aporta importantes novedades, no sólo para la comprensión del área cigarralera, sino de los propios paisajes urbanos.
La presentación de la obra fue complementada con la celebración de una Mesa Redonda, donde intervinieron los directores del proyecto, Jesús Carrobles y Jorge Morín, el medievalista Fernando Valdés y el arquitecto, José Ramón de la Cal.