En febrero de 2003 concluía en el Claustro de la Catedral de Palencia la exposición Victorio Macho: La Mirada. Comisariada por Santiago Palomero y Jesús Carrobles y realizada en coproducción con el Ayuntamiento de Palencia, con el objetivo de desvelar las claves de un artista muy poco estudiado y facilitar la comprensión de una obra poco conocida y no siempre bien valorada.
Clausurada la exposición de Palencia y sin posibilidad de poder mostrarla en Toledo por sus grandes dimensiones, se creyó interesante exponer algunas de estas obras poco o nada conocidas, recuperadas del olvido mediante su restauración, el préstamo de coleccionistas privados o incluso resultado de la investigación llevada a cabo por los propios comisarios.
Así, en marzo inauguramos en el Tallerón de Roca Tarpeya la exposición Otra Mirada sobre Victorio Macho.
A través de una cuidada selección de piezas, en Toledo se tuvo también la oportunidad de descubrir a un nuevo Victorio Macho, comprometido con las vanguardias artísticas y con la ideología política de su tiempo, y de conocer mejor sus gustos e influencias, su búsqueda de formas de expresión innovadoras, que hasta el momento no habían sido documentadas ni estudiadas como merecían.