Desde el 6 de abril y hasta el 11 de junio de 2006 se exhibió en el Tallerón de Roca Tarpeya la exposición Memoria rusa de España. Alberto y el Quijote de Kózintsev, producida por la Empresa Pública Don Quijote de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, instituciones a las que agradecemos haber podido ofrecer en Toledo esta exquisita exposición, comisariada por Jaime Brihuega.
Un bodegón pintado por Alberto llevó al cineasta Grigory Kózintsev, que lo vio en la casa del escritor Ilya Ehrenburg en Moscú, a captar la memoria de una España que el genial artista toledano había tenido que abandonar a causa de la Guerra civil. Alberto se convirtió asi en asesor artístico de la película Don Quijote dirigida por Kózintsev, producida por Lenfilm y protagonizada por el admirado Nicolai Cherkasov, que se estrenó en 1957, con una notable acogida por parte de la crítica y que aún hoy mantiene su carácter de película de culto.
Para la ocasión, Alberto preparó varios cuadros escenográficos y numerosos bocetos, paisaje visual que Kózintsev interpretó cinematográficamente con una sorprendente fidelidad estética. Esta exposición reconstruía aquella fructífera colaboración, rastreando en la obra rusa de Alberto la incesante recuperación de la imagen y la memoria de España, paisajes del mundo rural y sus objetos emblemáticos, campesinos, toros..., un universo visual que resucitaba sus recuerdos de La Mancha.
Con motivo de la exposición se proyectó en la Fundación la película Don Quijote de Grigoriy Kózintsev. Considerada, como ya hemos comentado, una de las adaptaciones de mayor calidad de la novela de Cervantes, contó con la presentación y los comentarios de Felipe Hernández-Ponos, prestigioso cinéfilo y director del Cine Club de Toledo.