Una serie de circunstancias, entre ellas la reciente publicación del libro Regia sedes toletana, con los primeros estudios sistemáticos realizados por la Real Fundación y la Diputación Provincial, ha puesto de nuevo sobre la mesa lo insuficiente de nuestros conocimientos sobre el Toledo visigodo y los siglos que transcurren entre el fin del imperio romano y la edad media.
Es indudable que la urbs regia toledana es un referente para la historia peninsular y occidental. Pero reyes, obispos, personajes y episodios aparecen desprovistos de su entorno material, huérfanos de toda escenografía sobre la que desplegar a los protagonistas de una fascinante historia. Poco sabemos del proceso de cristianización topográfica de la ciudad, de la distribución espacial de los centros de culto y de los conjuntos palatinos, elementos clave en la configuración urbana de la capital del reino godo.
Información que por el contrario, empieza a ser bien conocida y a estar bien documentada arqueológicamente en algunos yacimientos peninsulares. Estas investigaciones y estudios, con sus conclusiones e hipótesis, resultan enormemente valiosas para comprender y orientar mejor lo que todavía está por hacer en Toledo, en especial en el yacimiento de la Vega Baja.
En este Seminario, un conjunto de especialistas presentaron los resultados de sus trabajos, modelos metodológicos y el estado actual de la investigación de acuerdo con el siguiente programa:
27 de noviembre
Presentación, Martín Almagro Gorbea, Real Academia de la Historia
Josep Maria Gurt, Universidad de Barcelona: El orden del desorden. La ciudad de la Antigüedad tardía en Hispania
Albert Ribera, Ayuntamiento de Valencia: Valencia, una gran e inesperada ciudad visigoda
28 noviembre
Ramón Teja, Universidad de Cantabria, Giorgio Vespignani, Universidad de Bolonia y Carmen Eguiluz, Universidad de Venecia:Topografía de las capitales imperiales tardoantiguas. El simbolismo político del conjunto circo-palacio-iglesia
Isabel Velázquez, Universidad Complutense de Madrid: Toledo visigodo. Arqueología de los textos.
Conclusiones